Donaciones

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Las aportaciones artísticas de los Académicos a la RACBA

El cúmulo de patrimonio artístico reunido por la RACBA en su primera etapa del siglo XIX (1850-1869) pasó a ser custodiado, al desaparecer la corporación, por sus académicos docentes, que pronto se adscribieron a la Academia Municipal de Bellas Artes organizada por el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para suplir a la extinta escuela de la Real Academia Canaria. Allí siguió enriqueciéndose el patrimonio, hasta que con el inicio del siglo XX se recogió gran parte de dicho legado en el recién creado Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. En él pueden verse aún los antiguos fondos de la Real Academia, representado por los artistas académicos que estuvieron vinculados a ella.

Cuando se reinstauró la RACBA por el rey Alfonso XIII en 1913, surgió ésta sin sede específica ni centro docente propio, pues ese mismo año se creó la Escuela de Artes y Oficios donde los profesores de dibujo, pintura y escultura, discípulos de los antiguos maestros de la Academia, continuaron su labor. Pero la Academia estuvo desde entonces instalada en el Museo, y sus miembros fueron los directores y secretarios de tal institución. Las obras de los artistas académicos siguieron engrosando la colección del Museo Municipal de Bellas Artes, y durante los oscuros años que corren hasta las postrimerías del franquismo, poca o ninguna referencia tenemos sobre actos solemnes de ingreso de académicos como los que se han vivido a partir de los años setenta del siglo XX, aunque sabemos que los hubo.

Sólo en los años noventa pudo la Academia disponer de una sede digna en los altos del colegio de las Asuncionistas, sito en el Parque Viera y Clavijo de Santa Cruz, y allí empezó a materializarse la reunión del nuevo patrimonio artístico que nos ha llegado hasta hoy, pues comenzaron a realizarse con mayor profusión “actos de ingreso” en los que los artistas podían optar, según los reglamentos, por pronunciar un discurso o entregar una obra propia para la colección de la Real Academia. La mayoría han optado desde entonces por ambas cosas, aunque reduciendo muchas veces el discurso a unas palabras de agradecimiento enmarcadas en una breve reflexión sobre su estética, si bien es de notar que muchos de ellos no llegaron en el siglo XX a realizar el acto formal de ingreso. La voluntaria aportación artística de cada uno refleja cómo quiere ser considerado ante el público que visita la corporación, en tanto que miembro de la misma.

No obstante, los académicos del siglo XXI, sean creadores, críticos o teóricos, se han preocupado de reunir obras de casi todos aquellos que fueron académicos en el siglo anterior (e incluso en el siglo XIX) de los que no nos llegó aportación alguna. Así, habiendo rescatado algunas pinturas valiosas de antiguos miembros de la corporación, dispone y muestra la RACBA en las salas de su actual instalación en la Plaza de Ireneo González nº 1 bajo izquierda, pinturas directamente aportadas o depositadas no sólo por sus autores, sino también, gracias a la generosidad de varios académicos y amigos de la corporación  que han rescatado obras, las de nuestros antiguos artistas, existiendo hoy en la sede producciones de los siguientes creadores de los tres primeros cuartos del siglo XX (excepto la obra de Romero, los donantes de obras de los restantes pintores, todas aportadas en la segunda década del siglo XXI, vienen documentados en las listas de “Donaciones” que siguen a esta página introductoria):

PINTORES

De los extintos escultores (y el mencionado Borges Salas lo era) apenas nos han llegado dos tallas en madera de Miguel Marques Peñate. A partir del inicio del último cuarto del siglo XX, y sobre todo tras asumir la presidencia Pedro González con Eliseo Izquierdo como secretario perpetuo en 1983, es cuando se documentan mejor los actos de incorporación de nuevos académicos, si bien muchos artistas no lo realizaron o no aportaron obra propia. Los Numerarios que sí lo hicieron fueron:

PINTORES

De quienes fueron académicos en aquella época sin realizar su acto, hay aportaciones ajenas aportadas más tardíamente, en la segunda década del siglo XXI:

También contribuyeron con obra propia antes del año 2000 los Correspondientes:

ESCULTORES

y como aportaciones ajenas incorporadas recientemente, obras de:

Bajo la presidencia de Eliseo Izquierdo Pérez (2001-2008), sólo realizaron acto de ingreso entregando obra propia los siguientes artistas numerarios:

PINTORES

así como el Correspondiente:

ESCULTORES

y la Correspondiente:

En el actual periodo presidencial de Rosario Álvarez Martínez (desde 2009), los numerarios que han aportado obra propia, varios de ellos electos en el periodo de Izquierdo pero que no habían realizado todavía entonces su acto de ingreso, son los siguientes:

PINTORES

y el arquitecto:

así como los Correspondientes:

Hubo además aportaciones propias y ajenas de cuadros del también Correspondiente:

ESCULTORES

y los Correspondientes:

Es a partir de 2009 cuando se activó de manera creciente la colaboración de otros muchos académicos para rescatar la obra de los miembros que no estaban representados en la colección de arte que se exhibía en la RACBA, habiendo aportado los descendientes del pintor y escultor del siglo XIX Gumersindo Robayna, uno de los principales maestros docentes de la Academia primitiva, grandes lienzos del pintor que se exhiben ahora en la sala I. En 2013 hubo donación de tres nuevos grandes sargas de dicho pintor. También una tataranieta del antiguo pintor Cirilo Tuilhé regaló un retrato efectuado por éste de su hija Enriqueta cuando era niña, bisabuela de la donante. Se han aportado más obras de Numerarios del siglo XX ya fallecidos, como Jesús González Arencibia, Enrique Lite, y de otros vivos Correspondientes, como Pepe Dámaso o del escultor que fue Numerario Pepe Abad. También obras de valor de otros pintores no vinculados a la Academia como Emilio Machado, Manolo Ruiz o Juan Betancor. Unido al gran legado del extinto matrimonio de Jesús Hernández Perera y Mª Josefa Cordero, que aporta otros nombres prestigiosos como Manolo Millares, Manolo Padrón, Carlos Chevilly, etc, legado del que la académica Ana Luisa González Reimers ha realizado un espléndido catálogo ya editado por la RACBA. Todo el conjunto configura, en suma, una oferta museística de singular atractivo y muy representativa de nuestro arte actual de las Islas, sin faltar algunas aportaciones importantes de artistas foráneos.

MÚSICOS

Cabe reseñar además la aportación de los compositores de la Academia que han estrenado y depositado obra suya en nuestro archivo, habiéndose también rescatado piezas de algunos de los más antiguos. La sección de música no existió en la RACBA en el siglo XIX, sino que se abrió a partir de 1913, y fue de las menos atendidas hasta la época final del siglo XX. El archivo de la RACBA guarda obras de los siguientes compositores numerarios antiguos y actuales:

También hay obra de algunos Correspondientes que han realizado acto público de incorporación a la RACBA y entregado una composición dedicada a la Academia, como los siguientes:

De los ARQUITECTOS numerarios, la RACBA posee abundante documentación, a la que da preferencia en los “Anales” que nuestra corporación edita. Excepcionalmente, han entregado en su acto de ingreso un proyecto conjunto de rehabilitación del Teatro Teobaldo Power de la Orotava los ahora Supernumerarios:

Y no debemos olvidar las grandes aportaciones a la Biblioteca de la RACBA, en la que se inserta una cuantiosa Catalogoteca, que resulta fundamental para el estudio e investigación de nuestros artistas.

Un buen número de estudiosos, críticos, restauradores y prestigiosos intérpretes de música ponen punto culminante a una corporación dinámica y viva, la de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel (véase su nómina completa en “Académicos actuales”), en la que cada cual contribuye con lo mejor de sí para realzar la labor que se asume entre todos.

Veamos ahora, pues, las donaciones que varios de estos académicos y muchos amigos particulares de nuestra corporación han realizado desde 1999 para configurar la actual oferta artística y mobiliaria que, junto a las obras de pintura, escultura o música directamente aportadas por los artistas al realizar sus actos de ingreso, se exhibe y utiliza en nuestra sede.



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