Antiguos académicos
Antiguos académicos
Lugar de nacimiento: Santa Cruz de Tenerife.
Fecha de nacimiento: 29 de junio de 1861.
Defunción: 30 de agosto de 1920, Santa Cruz de Tenerife.
6 de agosto de 1913.
MÉDICO, EMPRESARIO Y ESCRITOR.
La familia de Ruiz de Arteaga era propietaria de solares en el litoral de Santa Cruz (zona conocida como ‘Playa Ruiz’), y el padre de quien nos ocupa, José Ruiz de Arteaga, destacado comerciante mayorista del ramo de la alimentación, así como consignatario y proveedor de buques, poseía un gran almacén a la entrada del puerto de la ciudad para el tránsito de las mercancías de importación y exportación de su negocio.
Pedro Ruiz de Arteaga y Rodríguez fue trasladado de niño a Sevilla, se dice que a los dos años de edad, donde estudió y se doctoró en Medicina y Cirujía, y se quedó residiendo allí para ejercer su profesión. De acuerdo con Domingo J. Jorge, “fue un prócer de la época: médico y artista, pensador y poeta, filósofo y literato”. Su vida profesional y literaria la compartió entre Sevilla (39 años) y Tenerife (20). Destacó por sus conferencias en el Ateneo sevillano. Fue allí secretario del Colegio Oficial de Médicos, así como Académico de Número de las Academias de Medicina y de Buenas Letras de Sevilla”. Su discurso de ingreso en la primera versó sobre “La función médica del arte”.
En Sevilla, donde fue además Jefe Superior de Administración Civil, se casó con doña Dolores Sánchez Campo, con la cual procreó tres hijos: Fernanda, José y Mª Dolores.
En 1900 fue llamado por su padre, aquejado de una enfermedad, para que se hiciera cargo de los entonces populares e importantes ‘Almacenes Ruiz de Arteaga’ de la capital tinerfeña, estableciéndose definitivamente en Santa Cruz como socio de la razón social denominada ahora “Hijos de José Ruiz de Arteaga”. Tras el fallecimiento de nuestro personaje, la empresa continuaría regentada por su hijo José.
A su llegada, no tardó en ser cofundador (1901), vicepresidente y tercer presidente (1912-1920) de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Tenerife, y también fue presidente en Santa Cruz del Ateneo Tinerfeño, donde pronunció varias conferencias en los actos de apertura de curso. Todo ello sin abandonar su afición a la escritura, que cultivó, firmando con el seudónimo de ‘El Doctor Tanhauser’ obras de teatro, novelas y numerosos artículos en la prensa. Tras establecerse en Tenerife no se desvinculó totalmente de la capital hispalense: en 1913 se editó allí lujosamente su Discurso de recepción del académico señor Lupiáñez Estévez en la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, un lujoso folleto que nos demuestra la voluntad de don Pedro Ruiz de Arteaga por mantener su presencia en las Academias andaluzas a las que pertenecía.
Ruiz de Arteaga fue nombrado Académico de Número al reinstaurarse la RACBA en Tenerife en 1913, adscrito a la sección de Escultura, y participó con asiduidad en los plenarios hasta un año antes de su muerte. No cabe duda de que pesó para su nombramiento no sólo su afición a las artes, sino también la experiencia como académico que traía de Sevilla, si bien la Academia Canaria de Bellas Artes nunca pudo en esta etapa poner en marcha un tren de actividades públicas parangonable al que ofrecían entonces otras academias similares.
Eliseo IZQUIERDO PÉREZ: Artículo “Ruiz de Arteaga y Rodríguez, Pedro J.”, para el tomo de ampliación (aún inédito) de su gran ‘Diccionario de Periodistas Canarios’.
Domingo J. JORGE: Artículo “Pedro J. Ruiz de Arteaga”, en el diario “LA OPINIÓN DE TENERIFE”, 20 de agosto de 2001.
Foto, gentileza de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, con la mediación de José Miguel Marrero y Enrique Siemens Ortiz.