Pintor Ocete, Antonio

Pintor Ocete, Antonio

Datos personales

Fecha de su ingreso como Académico de Número de la RACBA

6 de agosto de 1913.

Formación y especialidades

ARQUITECTO y URBANISTA.

A partir de 1878 realizó sus estudios universitarios, primeramente en Granada y Barcelona, encaminados a las Ciencias Exactas, y a partir de 1882 los de Arquitectura, que comenzó en Barcelona y culminó en Madrid hacia 1888. Al año siguiente optó a la plaza de Arquitecto Municipal de Santa Cruz de Tenerife, que le fue asignada, trasladándose a la isla para residir en ella definitivamente. Su labor al frente de la oficina técnica de arquitectura del ayuntamiento santacrucero fue incansable. Estuvo 43 años vinculado al consistorio y son numerosísimas las intervenciones arquitectónicas y urbanísticas en las que intervino. Entre sus colaboradores tuvo al joven Arturo López de Vergara, futuro presidente de la RACBA, como delineante en la oficina de obras del Ayuntamiento.

A partir de 1892 se le ofreció la dirección técnica de la compañía Sociedad de Edificaciones y Reformas Urbanas, cuyo arquitecto era Manuel de Cámara, y en ella realizó también una labor arquitectónica importante hasta 1900, año en que se desvinculó de la compañía. Trabajó también para la Sociedad de Construcciones ‘El Progreso’, fundada en 1894, y finalmente, en 1897 aceptó colaborar, en colaboración con Manuel de Cámara y otros profesionales, con el Obispado Nivariense, sucediendo a Cámara como arquitecto oficial de la Diócesis hacia 1907/8. Nombrado también Arquitecto Provincial en 1903, firmó varios proyectos en otras islas, como el Lazareto de Gando en Gran Canaria, etc. En 1904 fundó en Tenerife con otros socios una empresa (pionera para entonces) de ‘consulting’ arquitectónico, inventó y patentó en 1905 “un sistema de armadura indeformable para las construcciones de hormigón-cemento”, y se involucra a partir de entonces en distintas empresas de proyectos innovadores.

A partir de 1896 entró como profesor de la Escuela de Náutica de Santa Cruz de Tenerife, donde ejerció la docencia durante 30 años. Fue también profesor de Ciencias en el Instituto Provincial, y ya desde entonces realiza escritos demandando la implantación de una Escuela de Artes y Oficios, que se crearía en 1913 casi al mismo tiempo que se restituyó para Canarias la Academia de Bellas Artes. Al inaugurarse ésta, figura entre los Numerarios adscritos a la sección de Arquitectura.

Realizó a partir de entonces varios viajes a la Península y al extranjero (Inglaterra, Francia, Italia), y a partir de 1928 se vio afectado de achaques nerviosos y luego de un glaucoma ocular, jubilándose en 1932 a los 70 años de edad. Los catorce años de vida que le restaban debieron ser el espacio de una vejez nada saludable. Se había casado en Santa Cruz en 1891 con Mariana González Hidalgo, con la que tuvo siete hijos e hijas. Queda para la posteridad la huella de una obra arquitectónica abundante y ambiciosa, encuadrada en el periodo de su mayor actividad, que fue el de ‘entre Repúblicas’, adoptando unas líneas estilísticas que transitan del eclecticismo al modernismo.

Bibliografía

Alberto DARIAS PRÍNCIPE: “Arquitectura y arquitectos en las Canarias Occidentales: 1874-1931”. Premio de Investigación ‘Agustín de Bethencourt’ 1984. Santa Cruz de Tenerife, Caja General de Ahorros, Litografía Romero, 1985, pp. 175-314.