Antiguos académicos
Antiguos académicos
Lugar de nacimiento: Santa Cruz de Tenerife.
Fecha de nacimiento: 16 de julio de 1874.
Defunción: 26 de enero de 1956, Santa Cruz de Tenerife.
6 de agosto de 1913.
PROFESOR DE DIBUJO.
Alumno de Pedro Tarquis Soria en la Escuela Municipal de Artes Industriales, mostró especial habilidad para el dibujo. Trabajó ya en los años noventa del siglo XIX como delineante en la oficina técnica de arquitectura del ayuntamiento santacrucero en el equipo dirigido por el arquitecto Pintor Ocete. En los años del cambio de siglo colaboró mucho con Teodomiro Robayna y otros artistas en el diseño y ornamento de fachadas, monumentos de arquitectura efímera, etc.
Se casó el 30 de junio de 1899 con María del Carmen de Bango y Pontrémuly, nacida el 15 de septiembre de 1870. No tuvieron descendencia, pero criaron tres hijas adoptivas: Carmen, Matilde y Mercedes Bango y Pontrémuly. Dª Mª del Carmen, también muy enferma como él desde antes de 1954, le antecedió al fallecer en Santa Cruz de Tenerife el 4 de abril de 1955.
A lo largo de su vida, Arturo López de Vergara llegó a ser en varios momentos concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, asumiendo incluso el cargo de Alcalde de la corporación en dos ocasiones: 1923 y 1932, lo que le ocasionaría algunos problemas al sobrevenir el franquismo.
A partir de 1910 ejerció la docencia, primero en la Escuela donde se formó y posteriormente en la Escuela de Artes y Oficios, de la cual llegó a ser Director, así como de la de Bellas Artes. En estos desempeños llevó a cabo “una amplísima labor pedagógica”, según reza una de las breves notas necrológicas que se publicaron a su muerte.
Fue miembro numerario de la RACBA desde su reinstauración en 1913, adscrito a la sección de Escultura, y ocupaba la responsabilidad de Consiliario 1º al final de la presidencia de Eduardo Tarquis, asumiendo la presidencia de la Academia en 1948, al fallecer éste. Su nombramiento de presidente nunca vino ratificado desde Madrid, por lo que en su esquela mortuoria la Academia lo declara todavía como “Presidente accidental” de la corporación, aunque fue de facto el Presidente elegido por sus miembros desde 1948 hasta el 56. Quizás hubiera un trasfondo político en el silencio de Madrid, debido a las responsabilidades públicas que López de Vergara había asumido durante la etapa anterior.
Arturo López de Vergara fue el primero en nombrar tres nuevos académicos desde la época de Patricio Estévanez, y lo hizo el 12 de mayo de 1848, a las dos semanas de fallecer el presidente de la RACBA Eduardo Tarquis, en el plenario en que como Consiliario 1º de la corporación fue ratificado por sus compañeros como presidente interino de la Academia. Nombró entre otros al pintor Pedro de Guezala, quien realizó en 1952 su retrato, el cual se exhibe en el Museo Municipal de Bellas Artes santacrucero. Ese retrato, que ilustra también nuestro capítulo de la ‘Historia’, forma parte del importante legado de más de 500 piezas que don Arturo le dejó en su testamento a dicho Museo. Al jubilarse, recibió la condecoración de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Falleció “después de prolongada dolencia”, de la que se encontraba ya afectado por lo menos desde mediados de 1954.
No conocemos un trabajo específico sobre este excelente dibujante y maestro. A su fallecimiento, sólo el periódico EL DÍA (31-I-56, p.3) publica un amplio artículo necrológico firmado: concretamente de Luis DIEGO CUSCOY, con una semblanza humana de don Arturo en la que, sin aludir a sus méritos artísticos, a sus circunstancias personales ni a su andadura profesional, se ponderan sus conocimientos sobre la pequeña historia de Santa Cruz, sobre sus obras civiles, sobre las casas y las personas que las vivieron, etc, de lo cual, según dice, López de Vergara hablaba cumplidamente en sus conversaciones y reuniones con amigos, aunque nunca las escribió.
Sobre su legado, véase “El legado de don Arturo López de Vergara. Pinturas que constituían el mismo“, en Pedro TARQUIS RODRÍGUEZ: Desarrollo del Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, edición, introducción y notas de Ana Luisa GONZÁLEZ REIMERS, Santa Cruz de Tenerife, Ayuntamiento, 2001, pp. 229-233 y ss. Las notas al pie de la editora enriquecen la información sobre dicho legado y suministran un breve curriculum de López de Vergara (p. 229, nota 134 y ss.).