03 mayo, 2012
Humberto Orán solemnizó su ingreso en la RACBA el pasado lunes 30 de abril
Una multitud de personas se congregó el pasado lunes 30 de abril en la sede de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, para asistir al acto solemne de incorporación a la RACBA como académico correspondiente de Humberto Orán Cury. En el acto, presidido por nuestra Presidenta Rosario Álvarez Martínez, estuvieron presentes Eduardo Pintado Mascareño, Consejero con Delegación Especial en Desarrollo de Proyectos del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa Croissier, Director Insular de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Álvaro Arvelo Hernández, Presidente de CajaCanarias Banca Cívica, junto a su esposa, Fidencia Iglesias, y representantes del mundo de la cultura, además de compañeros académicos. Tras las palabras iniciales de la Presidenta, y en ausencia del Secretario General Gerardo Fuentes Pérez, la académica de número y miembro de la Junta de Gobierno Ana Quesada Acosta, dio lectura al acta en el que se propuso a Humberto Orán como académico correspondiente en Madrid.
Hombre de carácter inquieto y emprendedor, como enfatizaría al concluir el acto la Presidenta, Humberto Orán dejó el camino de la música práctica al que había dedicado largos años de trabajo, tanto en la Orquesta Sinfónica de Madrid como viola solista, como luego en la Orquesta de Cámara Reina Sofía, de la que fue fundador, para dedicarse al complejo mundo de la gestión y contratación de intérpretes, abriéndoles caminos para que puedan participar en conciertos y festivales de todo el mundo, tras fundar una de las agencias más prestigiosas de nuestro país, Musiespaña. Sus inicios, en un ambiente muy propicio para la música desde su niñez, fueron evocados por el recipiendario en un discurso titulado “Mirada personal y mirada social sobre la música”, en el que el amor a la música fue el epicentro de su exhaustiva reflexión.
Humberto Orán comenzó su disertación exponiendo que ha sido un privilegio haber sido propuesto a nuestra Corporación por grandes creadores canarios, como Lothar Siemens Hernández, Guillermo García-Alcalde y Francisco González Afonso, manifestando el honor que siente al formar parte de nuestra Academia. Contó sus inicios en el mundo de la música, alabando el estímulo familiar que lo acompañó desde su más tierna infancia, la admiración por la voz de su hermana mayor (haciendo referencia a la gran dama de la voz en Canarias, María Orán), y la gran labor de sus enseñantes.
En su discurso se fusionó su mirada creativa con la profesional, su ejercicio como intérprete profesional y como representante de músicos. Esta dualidad de visiones estuvo indisolublemente unida a la máxima que recorrió toda su intervención, resumidas en las palabras de Nietzsche que él mismo citó: “Sin música, la vida sería un error”. Para Orán, la música no es una profesión, sino la inspiración constante en su vida. “En la música hay un pensamiento exhaustivo”, afirmó, mientras reflexionaba en la fraternidad indisociable que existe entre el creador, el intérprete y el oyente.
A continuación, Orán reflexionó desde su actividad como representante de muchos músicos, mostrando el celo y amor que pone en las “carreras incipientes, en las ilusiones, miedos, inseguridades” de los creadores a los que representa, sentenciando que “a mayor genialidad, más depurada inocencia”. Afirmó que “para crear musicalmente hace falta el vértigo de la creación”, siendo su trabajo el hacerlo llegar a una cantidad mayor de oyentes. También hubo palabras de encomio hacia las orquestas canarias, manifestando que “son dos de las mejores orquestas españolas, con programaciones audaces, modernas, al mismo tiempo que tratan el repertorio universal”.
A continuación, el académico de número e integrante de la sección de música Guillermo García-Alcalde tomó la palabra para alabar a la Real Academia, por haber sido pionera en incorporar entre sus miembros a un empresario de la música, a “un hombre que vive en y para la música”. De esta manera, nuestra Corporación se abre a los fenómenos actuales de la actividad musical. Enfatizó además la fructífera trayectoria de Orán Cury en la gestión musical.
Tras las palabras laudatorias de Guillermo García-Alcalde, la Presidenta procedió a la entrega de la medalla y del diploma de la Real Academia a Humberto Orán Cury, quien se aproximó a la mesa presidencial acompañado por María Orán y Guillermo García Alcalde.
Antes de cerrar la sesión, Rosario Álvarez extendió la bienvenida al recipiendario, felicitándole por su trayectoria en la gestión de la música. Alabó la inestimable ayuda que ha prestado a tantos músicos jóvenes, muchos de ellos canarios, en el intrincado mundo de la difusión musical a través del concierto o del disco, la cual, es testimonio de su habilidad para moverse en un mundo complicado, muy alejado del idealista universo de los sentimientos provocados por el arte musical. Añadió la Presidenta que “ese mundo existe y también para moverse en él hay que conocer la música por dentro y de primera mano, el nivel y valor de los intérpretes, el funcionamiento de los ciclos de conciertos, de los festivales, y sobre todo hay que relacionarse con todos aquellos profesionales que están implicados en esa trama social dirigida a que los melómanos podamos disfrutar de la música.” Concluyó la Presidenta alabando “su capacidad de trabajo, su gran experiencia en este campo y su dedicación a construir paso a paso la carrera de los intérpretes que representa, así como su tarea en la divulgación de la música española en el extranjero.”
El acto concluyó con el excepcional recital del célebre violonchelista Asier Polo, quien interpretó obras de Bach y Cassadó.