25 abril, 2012
Diego Estévez ingresó el pasado lunes 23 de abril en la Real Academia
“De la mayoría de las publicaciones de arquitectura y de la prensa diaria han desaparecido las palabras belleza, poesía, embrujo, magia, encantamiento. Las palabras serenidad, silencio, misterio, asombro, hechizo”. Esta cita de Luis Barragán, evocada por nuestra compañera Maribel Correa en su acto de ingreso, se erigió en el lema subyacente que recorrió todo el acto de incorporación como Académico de Número del arquitecto Diego Estévez Pérez. El elogio de la arquitectura, y la defensa de ésta como creación artística, permanecieron inmutables en el discurso de ingreso de Estévez Pérez, y la Laudatio, pronunciada por Federico García Barba. Dos arquitectos que conciben la arquitectura como poesía, sin prejuicio de su funcionalidad y sostenibilidad.
El pasado 23 de abril tuvo lugar en la sede nuestra Corporación el acto solemne de ingreso del arquitecto Diego Estévez Pérez. Tras las palabras de bienvenida de la Presidenta, Rosario Álvarez Martínez, el Secretario General, Gerardo Fuentes Pérez, hizo referencia al acta en el que se acordó por unanimidad elegir a Diego Estévez Pérez como Académico electo para Numerario. A continuación, la Presidenta dio la palabra al recipiendario, que desarrolló su discurso titulado “Apuntes sobre una creación arquitectónica compartida”.
En su carrera profesional, Diego Estévez dejó claro que ésta no era sólo fruto de su trabajo conjunto con Maribel Correa, sino resultado de un equipo humano muy bien formado y comprometido con las mismas premisas que sustentan al Estudio Correa + Estévez, anteriormente citadas. Culminó su intervención, haciendo referencia a dos proyectos, a saber, el Palacio de Justicia, pendiente de construcción, y la creación de joyas artesanas “caladas”, inspiradas en el calado canario.
Si como afirmó Luis Barragán “hay que recrear y renovar la nostalgia, volviéndola contemporánea, porque, una vez que la arquitectura ha cumplido con las necesidades utilitarias y de funcionamiento, tiene todavía delante de sí otros logros que alcanzar: la belleza y el atractivo de sus soluciones”, no cabe duda que la arquitectura de Estévez, por su gran aspiración a una máxima funcionalidad de sus edificios, por su exquisita atención a los lugares y al paisaje, por su cuidado del confort, por su respecto a la arquitectura heredada y su gran preocupación por el interiorismo, se adapta a los preceptos de Barragán. Y ante esto, felicitamos a nuestro nuevo compañero Académico, y le extendemos una calurosa bienvenida a nuestra Corporación.