30 julio, 2013
26 de julio: memorable concierto barroco en la Real Academia
“Ha sido todo un lujo”. Ésta fue la opinión unánime de los numerosos asistentes que abarrotaron la Sala I de la Real Academia, un espacio previamente decorado para crear un ambiente sugerente y propicio donde se celebraría un “Concert Spirituel”, con un programa barroco interpretado de manera magistral por un grupo joven que sorprende tanto por su edad como por su talento: Adrián Linares Reyes (violín barroco), Pablo Márquez Caraballo (clave y órgano) y Hugo Rodríguez Arteaga (fagot barroco).
El pasado 26 de julio se celebró en la Sala I un concierto memorable. En su repertorio, se encontraban obras
de grandes compositores como Frescobaldi, Froberger, Vivaldi, Corelli, Colombi, Veracini y Fasch, interpretadas por el “Afecto Ilustrado”, un conjunto de cámara joven y versátil, cuya filosofía es presentar y acercar a todo tipo de público una interpretación historicista de repertorios comprendidos entre los siglos XVII y XIX, haciéndolo de un modo próximo y familiar, sin menoscabo de una ejecución perfecta y de una calidad interpretativa a la misma altura. Tal y como expusieron en las notas al programa, con el presente concierto pretendían “trasladar al oyente a las cálidas serate del verano italiano. Momentos idóneos, a la caída del sol, para descansar el cuerpo y la mente en un patio, una sala, una capilla…y disfrutar de una sugerente composición musical, de una agradable compañía, y de buenas historias contenidas en un vino fresco (¿qué son las notas de las bellas melodías del estilo italiano sino zarcillos de parra cargados de cosas que contar?)”.
Si el concierto concluyó con una larga ovación, éste comenzó con las palabras de la Presidenta Rosario 
Álvarez Martínez, quien acercó a los asistentes a esos siglos grandiosos para la música como fueron los del Barroco, explicando las obras que se iban a interpretar y los instrumentos. Cumplía de esta manera Álvarez Martínez con una de las máximas de los conciertos de la RACBA, el disfrute va acompañado del conocimiento, a lo que hay que añadir la calidad interpretativa de los músicos Adrián, Pablo y Hugo. En sus palabras introductorias agradeció a Jesús Rodrigues, por su gran labor en la decoración de la sala.
Y es que el trabajo comenzó mucho antes. El profesional Jesús Rodrigues, acompañado de compañeros académicos como Gerardo Fuentes Pérez y Conrado Álvarez, crearon un espacio sugerente y evocador, con velas, candelabros y frutas que recordaban a esos bodegones barrocos. La Real Academia también contó con la inestimable colaboración de Jesús Arias Villanueva.
