Antiguos académicos
Antiguos académicos
Lugar de nacimiento: Murcia.
Fecha de nacimiento: 1799.
Lugar de fallecimiento: Santa Cruz de Tenerife.
Fecha de fallecimiento: 1886.
6 de mayo de 1850.
A los 12 años ingresó como cadete en el colegio militar de la División mallorquina, hizo la campaña de 1814, participó en el bloqueo de Barcelona y, a la caída del régimen constitucional, tuvo que emigrar a Francia, regresando a España en 1828.
Desde 1831 fue funcionario del Gobierno de la Provincia de Canarias. Antidivisionista radical luchó en las Cortes, tras su elección como diputado en 1841, en defensa de la unidad administrativa del Archipiélago Canario. Un cambio de gobierno acaecido al año siguiente provocó que el jefe político de las Islas, Trino Quijano, le impidiera desembarcar de regreso a Tenerife y hubo de volverse a Cádiz, donde en 1843 publicó un libelo “Al público” denunciando las tropelías del mentado Quijano. Reintegrado a Santa Cruz desempeñó los cargos de jefe político de las Islas en 1843 (habiendo sido quien fundó y puso en marcha el Boletín Oficial de Canarias) y también en 1872, siendo distinguido en 1882 con el título de Hijo Adoptivo de la ciudad santacrucera en virtud de los muchos e importantes servicios prestados. Perteneció a la masonería y fue uno de los fundadores de la logia “Fe Masónica nº 91” (años 1873/74).
La mayor importancia de Ramírez en la vida civil y cultural de Santa Cruz de Tenerife fue su gran labor periodística: Eliseo Izquierdo lo califica como “periodista de pura cepa”. Fue fundador y director de “El Atlante”, primer periódico no oficial que se editó en Santa Cruz de Tenerife, cuyo primer número salió el 3 de mayo de 1837, y para cuya empresa adquirió una imprenta propia que, a partir de 1839, se denominó Imprenta Isleña, famosa por su labor editorial. Dirigió a partir de 1840 “El Isleño”, y un año más tarde “El Teide”, siendo reputado de haber sido Ramírez el introductor del grabado en la prensa impresa de Canarias. En 1851 dirigió “El Noticioso de Canarias”. Más tarde, entre 1866 y 1873, fue miembro de la redacción de “El Amigo del País”, órgano de la Sociedad Económica de Santa Cruz de la que fue miembro y, en 1866, Director. Sus numerosos artículos, también en “La Democracia”, redactados con encendida pasión siempre en defensa de los intereses de Tenerife en particular y de Canarias en general, le convierten en uno de los periodistas más significados del siglo XIX en Canarias, y en un personaje cuyo peso se dejó sentir durante toda su vida activa.
Fue nombrado Académico de Número de la RACBA desde sus mismos inicios, en lo que tuvo mucho que ver el que, al llegar años atrás a Santa Cruz de Tenerife, fundara una Academia de Dibujo y de Matemáticas. Su participación en los plenarios fue bastante intensa en los cuatro primeros años de vida de la Academia, detectándose luego un menor nivel participativo (de dos a cuatro asistencias por año, y en la última década de una a tres asistencias solamente), aunque nunca se desentendió de la Academia.
Aparte de su vasta producción periodística, dejó escritos algunos libros y opúsculos sobre temas administrativos y políticos, que con toda puntualidad reseñan sus biógrafos. Tal vez lo más interesante desde el punto de vista de su aportación histórica sea el manuscrito de “Efemérides de Canarias”, que se conserva en la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife.
Sebastián PADRÓN ACOSTA: “Retablo canario del siglo XIX”. Tenerife, Aula de Cultura, 1968, pp. 34-41.
Eliseo IZQUIERDO: “Periodistas canarios, Siglos XVIII al XX”, Islas Canarias, Gobierno Autónomo de Canarias, 2005. Tomo III, pp. 142-144.