Antiguos académicos
Antiguos académicos
Lugar de nacimiento: Santa Cruz de Tenerife.
Fecha de nacimiento: 6 de diciembre de 1822.
Lugar de fallecimiento: Santa Cruz de Tenerife.
Fecha de fallecimiento: 10 de noviembre de 1905.
Académico Honorario: nombrado el 28 de diciembre de 1850.
Académico de Número: propuesto el 31 de julio de 1851 y elegido el 25 de septiembre siguiente.
PINTOR.
Aficionado desde joven a la pintura, asistió en los años cuarenta, junto con Cirilo Romero, a las clases de grabado que impartía Lorenzo Pastor y Castro, arte en el que ambos jóvenes alcanzaron una notable destreza. En las obras de este tipo que expone en el año 48, la crítica echa de menos una más sólida formación en dibujo, disciplina ausente entonces de las enseñanzas artísticas que se impartían en la Escuela de la Asociación de Bellas Artes y que pronto se implantarán en la de la Academia de Bellas Artes a partir de 1850. Había ya expuesto Aguilar otras obras de pintura, principalmente copias, miniaturas y algún cuadro al óleo. Al cabo de unos años de su integración en la Academia asumirá la ayudantía de las clases de Dibujo de adorno, de la que se hará cargo Alfaro en 1855, al haberse ausentado Aguilar a la Península. Esta ausencia debió ser por breve tiempo, pues su participación en los plenarios de la academia no se interrumpe desde su ingreso hasta finales de 1856. Entre 1857 y mitad de 1964, su asistencia a los plenarios es muy esporádica, intensificándose desde la segunda mitad de este último año hasta el cierre de la corporación en el 69.
Su obra expuesta en la exposición de 1862 en Las Palmas de Gran Canaria (una aguada que tituló “Vista del puerto de Arrecife”) llamó notablemente la atención, siendo premiada con una medalla de bronce. Compatibilizó su afición a la pintura con su cargo de Ayudante de Obras Públicas. Murió soltero en Santa Cruz, en 1905.
Pocas son las obras hasta ahora localizadas de este artista, en relación al mayor número de ellas que registran los catálogos de las exposiciones en que participó. Cultiva los paisajes, incluidas algunas marinas, y también, al final de su vida, la pintura historicista, configurando como conjunto una obra a la que Alloza alude como realizada “dentro de una correcta factura, aunque falta de brío y expresión floja”, manteniéndose “casi sin evolucionar dentro de las normas neoclásicas adquiridas con su maestro Lorenzo Pastor”.
Los paisajes conocidos son acuarelas, y en el Museo Naval de Madrid se conserva su obra tal vez más ambiciosa: los cuadros que representan los ataques del almirante Nelson al puerto de Santa Cruz de Tenerife en 1797 (el “Desembarco de las tropas inglesas para el asalto a Tenerife”, y el “Bombardeo de Tenerife por la escuadra de Nelson”).
Manuel Ángel ALLOZA MORENO: “La pintura en Canarias en el siglo XIX”. Tenerife, Aula de Cultura, 1981, pp. 228-230.