Paisaje cumbrero de Tenerife

Paisaje cumbrero de Tenerife

Título: Paisaje cumbrero de Tenerife
Objeto: Cuadro
Autor: Manuel Martín González (Guía de Isora, 1905 – Santa Cruz de Tenerife, 1988). Fue elegido Académico de Número en 1984, oficializando su ingreso el 18 de Julio de 1988.
Fecha: 1952.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 62,5 x 85 cm, con marco 80 x 105 cm.

Inscripciones: En el ángulo inferior derecho: “A Francisco Aguilar y con gratitud de Martín González. Tenerife 1952”.

Descripción: Es un paisaje de las cumbres de Tenerife con un roquedal en primer plano, que se en un terreno pedregoso salpicado de retamas, con montañas al fondo recortadas en un cielo cubierto de nubes. Ha logrado una perspectiva espacial a través de los planos cromáticos de verdes, ocres, grises y azulados y una atmósfera vibrante característica de las zonas altas de la isla.

Observaciones: El ingreso de Martín González coincidió con el del crítico literario Domingo Pérez Minik el 18 de julio de 1988, en una sesión pública extraordinaria con motivo de la celebración del 75 aniversario del restablecimiento de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel bajo el reinado de Alfonso XIII, ocasión en la que Pérez Minik pronunció el discurso Una fiesta: Manuel Martín González y Domingo Pérez Minik, académicos.

El escenario de las cumbres de Tenerife y de las restantes islas fue el motivo de muchos de los paisajes de Martín González en la década de 1950, según los títulos que figuran en los catálogos de sus exposiciones en Guía de Isora (1956), o en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, en marzo de 1957, sólo por citar algunas. Ya en 1951 había participado con Paisaje de Anaga en la I Exposición Bienal Hispanoamericana de Arte celebrada en el Palacio de Exposiciones del Retiro, en Madrid. Las escarpadas cimas y barrancos de este conjunto geológico fueron captados en apuntes en pleno campo, en contacto directo con la naturaleza, buscando su expresión en plena identificación con el entorno. Trasladados al lienzo, la orografía y el perfil de la isla en toda su grandeza y monumentalidad aparecen inmersos en una atmósfera vibrante en la que el paisaje se llena de religiosidad. Este conjunto montañoso, junto con el escenario de Las Cañadas y el paisaje agreste del sur con la pétrea estructura de sus barrancos, fue el tema único de la pintura de Martín González desde su regreso de Cuba en 1932, tras una estancia de nueve años en la isla caribeña, en la que combinó las tareas de dibujante publicitario con la creación pictórica, participando en varias colectivas de la Asociación Canaria de la Habana.

Bibliografía: Catálogo 1 Exposición Bienal Hispanoamericana de Arte, Ministerio de Asuntos Exteriores. Madrid, 1951; Carmen Nieves CRESPO DE LAS CASAS: El paisajista canario Martin González, Aula de Cultura del Cabildo Insular, Santa Cruz de Tenerife, 1980; María del Carmen FRAGA GONZÁLEZ: Manuel Martín González, Biblioteca de Artistas Canarios 36, Gobierno de Canarias, 2000; Domingo PEREZ MINIK: “Una fiesta: Manuel Martin González Domingo Pérez Minik, académicos”, en ANALES, Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, Número 1, Santa Cruz de Tenerife, RACBA, 2008, pp.38 – 41; Celestino HERNÁNDEZ: “Manuel Martín González”, en De la figuración a la abstracción: colección de arte CajaCanarias (Catálogo), Tenerife, 2008, p. 165.

Texto: Ana Luisa González Reimers
Fotografía: Efraín Pintos Barate

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