Retrato del Rey Felipe VI

Inscripciones: Firmado y fechado en el lado inferior izquierdo de la parte frontal, en el borde exterior de la banda: “M González. 2015”.

Descripción: Es un busto frontal del Rey Felipe VI vestido con el uniforme de Capitán General del Ejército de Tierra utilizado en la proclamación real, con los distintivos propios del rango, el Toisón de Oro y la banda de la Orden de Carlos III cruzando el pecho. Recreado con gran verismo, presenta al Rey con rostro serio y gesto sereno, asumiendo la responsabilidad de su cargo, en una captación anatómica y psicológica que refleja la atenta observación del personaje, en una especie de síntesis en la que se ha eliminado toda anécdota. Es una escultura de busto donde toda la atención se ha volcado en la cabeza, limitada la representación del cuerpo al cuello del uniforme, los hombros con las charreteras, el Toisón de Oro y la Banda, quedando el resto del busto simplemente sugerido para ser completado por el imaginario del espectador. Incorporando el vacío consigue volumen y levededad en el lenguaje del bronce, en un acercamiento muy personal a la escultura oficial en la que logra una imagen fidedigna y a la vez atemporal.

Observaciones: Con una estética clasicista en el planteamiento de su propuesta, en la que trata de conciliar lo clásico con lo contemporáneo, la figura humana es siempre el tema de la escultura de González Muñoz. Son figuras que se debaten entre proporciones clásicas y dramatismo expresivo, sometidas a bruscas torsiones para subrayar la expresividad de la imagen, cuya creación está cimentada en una sólida formación intelectual, mitológica, literaria, filosófica y existencial. En la figura humana encuentra un mundo inagotable de expresión que le permite plasmar sus reflexiones en los diferentes estadios de su producción. Mostrada a partir de 1982, revela su espíritu inquieto y su constante investigación en técnicas y materiales que van desde el poliéster (El hereje condenado, 1988), la malla de acero inoxidable (Hedoné, 1995), el bronce (En Jarra, 2001), piedra de Tindaya (Folclore, 1996), o acero cortén (Piqueros, 2004), estas dos últimas dentro de su vertiente creativa destinada al monumento público con el que ha contribuido a enriquecer el patrimonio de muchos municipios insulares y peninsulares. Ha desarrollado técnicas en función de las exigencias estéticas de cada momento, empleando principalmente el bronce en la obra pública y en los numerosos bustos que han surgido de su taller dese 1990 (Joaquín Blanco Torrent para Puerto Rico, Mogán), entre los que figuran el de José de Viera y Clavijo (2006), Günther Kunkel (2009), Domingo Rivero (2012), hasta el más reciente de Tomás Morales Padrón para el Archivo General de Indias (Sevilla, 2015). En todos estos retratos recrea con gran verismo la fisonomía, así como los valores cívicos o intelectuales del personaje, evidentes en este busto del Rey Felipe VI.

Bibliografía: José MARÍN MEDINA: El arte para todos. Escultura pública en Leganés, Ayuntamiento de Leganés, Legacom Comunicación S. A., 2005; Federico CASTRO MORALES, Yolanda PERALTA SIERRA, Ana María QUESADA ACOSTA: Tradición y experimentación Plástica. Dinámicas Artísticas 1939-2000, Historia Cultural del Arte en Canarias VIII, Gobierno de Canarias, 2008; Ana María QUESADA ACOSTA; “Laudatio del escultor Manuel González Muñoz”, en ANALES, Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, Número 6, RACBA, 2013, pp. 63-70; Manuel GONZÁLEZ MUÑOZ: “La experiencia estética, una vía hacia el conocimiento”, en ANALES, Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, Número 6, RACBA, 2013, pp. 71-75.