Vera efigie de El Gran Poder de Dios

Vera efigie de El Gran Poder de Dios

Título: Vera efigie de El Gran Poder de Dios.
Objeto: Cuadro.
Autor: Anónimo.
Fecha: Siglo XVIII.
Técnica: Pintura al óleo sobre tabla.
Medidas: 82 x 60 cm, con marco decorado con pinturas florales de la época 103 x 84 x 10 cm.

Descripción: Es la representación de un Cristo sedente, en actitud meditativa, dentro de un nicho u hornacina con venera flanqueado por pilastras con decoración dorada de tipo vegetal. Ataviado con una túnica morada que lleva un cordón alrededor del cuello, está sentado en una sede ligeramente girado hacia la izquierda y sus pies descalzos están aprisionados por grilletes cuya cadena sujeta con su mano izquierda. Rodea su cabeza una aureola de rayos rectos que apenas se vislumbran ocultos por las sombras. La representación es la copia de la talla del Cristo del Gran Poder en la que el nicho alude a su ubicación en la hornacina del retablo. Con un juego de luces y sombras y cierta dureza en el dibujo, se ha intentado recrear la vera efigie de una iconografía que gozó de una gran devoción en nuestras islas en el siglo XVIII. Rodea la pintura un ancho marco propio del siglo XVIII decorado en pan de oro con elementos florales y policromía en tonalidades rojas y azules.

Entrada: Propiedad de la RACBA, estuvo depositado en el Museo Municipal de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife hasta el levantamiento de depósito, el 8 de marzo de 1994, fecha en la que la directora del Museo, M.ª Isabel Frías, procedió a su devolución a la RACBA, recibiéndolo el Académico Sebastián Matías Delgado en nombre de la Corporación.

Observaciones: Desde la llegada de la talla sevillana del Gran Poder de Dios al Puerto de La Orotava gozó de una gran devoción, haciéndose representaciones escultóricas y pictóricas de su imagen basadas en la reproducción exacta de su efigie y de los elementos que la adornan, destinadas al culto eclesiástico o doméstico, considerada la primera de estas reproducciones el grabado realizado por el pintor portuense José Tomás Pablo en 1754. A lo largo del siglo se hicieron numerosas vera efigies, tanto escultóricas como pictóricas, de esta iconografía, cuyo antece- dente fue la del Cristo de la Humildad y Paciencia representado desnudo, lleno de heridas, con la cabeza apoyada en la mano y con una expresión de profunda tristeza, imagen nacida en el Trescientos que se extendió por Europa en los siglos XV, XVI y XVII.

Bibliografía: Domingo MARTÍNEZ DE LA PEÑA: “Iconografía Cristiana y Alquimia ‘El Señor de la Hu- mildad y Paciencia’”, en Homenaje a Alfonso Trujillo (arte y arqueología), Cabildo de Teneri- fe, Santa Cruz de Tenerife, 1982, vol. I, pp. 579-623; Clementina CALERO RUIZ y Patricio HERNÁNDEZ DÍAZ: Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, Puerto de la Cruz, Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, Tenerife, 1985; José Cesáreo LÓPEZ PLASENCIA: “La pintura como medio de difusión devocional. La imagen de El Gran Poder de Dios de Puerto de la Cruz (Tenerife) y sus vera efigies”, en El Museo Canario LXI, Las Palmas de Gran Canaria, 2006, pp. 237-263.

Texto: Ana Luisa González Reimers
Fotografía: Efraín Pintos Barate

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