05 noviembre, 2013
Javier González de Durana solemnizó su incorporación a la Academia con una disertación sobre el devenir de la institución museística
El pasado jueves 31 de octubre solemnizó su incorporación a la RACBA como Académico Correspondiente Javier González de Durana Isusi, quien realizó en su discurso de ingreso una profunda reflexión sobre el devenir de los museos en los últimos 30 años. Previamente, y tras las palabras de la Presidenta para iniciar el acto, el Secretario General Gerardo Fuentes Pérez procedió a dar lectura al acta en el que se eligió que Durana Isusi se incorporara al cuerpo de Académicos Correspondientes. La Laudatio fue pronunciada por el Académico Supernumerario Vicente Saavedra Martínez, quien desglosó la trayectoria curricular del recipiendario, destacando los méritos que concurren en el mismo, méritos que también fueron alabados por Rosario Álvarez en su intervención final.
Bajo el título “Fulgor y crisis en los Museos de España. Tres décadas de un desarrollo impredecible”, Javier González de Durana indagó en la evolución de la institución museística desde la muerte de Franco, cuya condición por aquel entonces era desoladora. A partir de ahí, desarrolló un análisis, partiendo de los siguientes seis ejes: Los objetivos museísticos; el público visitante o que podría llegar a serlo; la política cultural; los arquitectos de museos; los profesionales de los museos y finalmente, la economía en estas instituciones. Durante su disertación, profundizó en la relación entre museo y visitante, puntualizando que “en los museos de arte contemporáneo se inicia una conversación compartida: los discursos, los conceptos y lo cognitivo en general ha adquirido una relevancia que a veces es muy superior a lo puramente contemplativo. En las exposiciones temporales se espera que se discuta tanto como se observa. De ser un fin para una intensa experiencia fenomenológica, la exposición está pasando a ser un elemento de transición para otra cosa, una herramienta para lograr un escenario dialógico.” En cuanto al deber del Museo expuso que hay que “ofrecer una revisión sobre lo significativo de la historia reciente de la creación, pero también el de presentar lo nuevo, lo inédito, lo aun no consolidado y que quizás no se consolide nunca. Las vanguardias artísticas del siglo XX rechazaron siempre al museo por ser un mausoleo, un contenedor de formas muertas.”