06 abril, 2015
OSMOSIS: “UN PUNTO ENTRE DOS MUNDOS”
Tenerife Espacio de las Artes
5 de Marzo-7 de Junio
De Martes a Domingo de 10:00 a 20:00 horas
El 5 de Marzo de 2015, en el centro de arte Tenerife Espacio de las Artes (TEA) TEA, se abrió al público la exposición titulada: “Osmosis”, cuyo título debe suscitar cierta curiosidad en aquellos espectadores que con regularidad visiten TEA, o que quieran visitar dicha exposición. Muchos podrían preguntar: ¿Qué es “Osmosis”? y ¿por qué este nombre? La idea “Osmosis” surge de la colaboración entre dos artistas canarios: Carlos Nicanor y Julio Blancas, ambos procedentes de la isla de Gran Canaria, quienes nos muestran en este proyecto su espontaneidad y estética en cada una de las obras expuestas.
La exposición invita al espectador a disfrutar durante largo rato, paseando entre las obras, viéndolas desde cualquier ángulo, experimentando y compartiendo pensamientos. Se compone de seis grandes salas repletas de las obras de estos dos artistas canarios, desde pequeños a grandes formatos que ocupan toda una pared, utilizando materiales industriales y cotidianos tales como la madera, metal, plástico, grafito…Aunque nadie diría que las obras están realizadas con dichos materiales, ya que la presentación de cada una de las piezas intimida al espectador y se presenta como una bella y majestuosa obra de arte.
A medida que nos adentramos en la exposición podemos apreciar la aportación mutua entre ambos artistas, pero sobre todo se puede llegar a entender el lenguaje de cada uno, latente en las piezas. Por un lado tenemos los años de experiencia de Nicanor como escultor, además de su maravillosa originalidad que se funde con una visión contemporánea. Julio Blancas por su parte, presenta un trabajo en grafito, donde se pueden apreciar los trazos y la intensidad del grafito sobre papel e incluso en superficies de parabólicas, consiguiendo un efecto tridimensional que impregnará al espectador y le hará comprender el trabajo y significado de la obra.
Entre Blancas y Nicanor hay una conexión especial, no sólo porque en cada una de las obras se aprecia esa perfecta armonía y sincronización, sino porque ambos convergen en un equilibro envolvente.
Por otra parte, no se debe olvidar la estética de la exposición. Es muy cómoda de visitar, ya que el espacio permite el tránsito para personas discapacitadas e incluso niños pequeños. Además, la organización es excelente, en el momento que se entra a la primera sala, las obras expuestas reflejan lo que será el posterior recorrido: un espectáculo sin precedentes, es por ello que a medida que avanzamos en la exposición y vamos conociendo a los artistas, vamos comprendiendo el significado y el trasfondo de la misma. El juego de luces y sombras en esta exposición da mucho a su favor, sin duda las luces y sombras que se forman en torno a la obra aportan ese toque mágico a las mismas, es como un aura celestial y de otro mundo, pretencioso al tratarse de la dicha exposición, y por tanto acertado.
Sin duda, una exposición que todo amante del arte debería visitar, ya que no sólo conocerá una parte del arte canario, sino que aprenderá a conectar con las obras mediante la comprensión y espiritualidad que transmiten. La última sala dejará boquiabiertos a los espectadores, y sin duda les llevará a otro mundo, o mejor dicho: a otra visión, posiblemente a la de Blancas y Nicanor, donde convergen las ideas y nace “Osmosis”.
Amanda Valdivia Plasencia