20 abril, 2021
Retablo mayor. Iglesia de San Antonio de Padua
Ubicación: Iglesia de San Antonio de Padua
Localidad: El Tanque (“El Tanque Bajo”)
Dimensiones: 7 x 5 m.
Materiales: madera policromada y dorada
Autor: anónimo
Taller: canario
Cronología: siglo XVIII
Descripción: Una vez reedificada la iglesia después del desastre ocasionado por la erupción de 1706, que afectó a toda su estructura arquitectónica y enseres litúrgicos, los vecinos se plantearon la construcción del retablo mayor de similares resultados estéticos que los de Icod de los Vinos y Garachico, sobre todo, por lo que podemos afirmar que fueron los mismos artífices que estuvieron ocupados en aquellos trabajos carpinteriles. Recuerda sobremanera a su homónimo de la ermita de El Amparo (Icod de los Vinos), tanto por su traza como por la propia ornamentación y soluciones pictóricas. Aunque está constituido por un solo cuerpo y tres calles, su espléndido y desarrollado ático lo convierte en un “segundo cuerpo”, conquistando parte del artesonado, incluyendo temas pictóricos.
Fue intervenido por las doctoras Dácil de la Rosa Vilar y María de los Ángeles Tudela Noguera (Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna), quienes descubrieron un sistema constructivo diferente, el de “caja arquitectónica”, pues sobre una estructura trasera se clava toda la tablazón que advertimos en el frente del mismo, y no así por el procedimiento de piezas modulares que se superponen (construcción portante), método empleado en los retablos de la época. De esta manera, y siguiendo las explicaciones de las citadas doctoras, podemos hablar de dos tipos constructivos de retablos, al menos en Tenerife.
Las estípites que conforman las calles, las molduras mixtilíneas, frutos, elementos ondulantes, rocallas, pequeños ángeles trompeteros en siluetas, etc., forman parte de todo el discurso estético que incluye, además, lo que quedó de las pinturas murales del presbiterio, ejemplo muy próximo al que ofrece actualmente la vecina ermita de El Amparo. En el nicho principal se venera la imagen de Nuestra Señora del Buenviaje, de enorme devoción en la comarca. El vistoso manifestador de madera policromada y dorada, completa todo el conjunto.
Bibliografía:
TUDELA NOGUERA, Ángeles: El Retablo Barroco en Canarias. Tenerife siglos XVII y XVIII. Estudio tipológico: materiales y técnicas. Tesis, Facultad de Bellas Artes Universidad de La Laguna. Tenerife, 2005, tomo I, p. 229 (inédita)
TRUJILLO RODRÍGUEZ, Alfonso: El retablo barroco en Canarias (1600-1750), Santa Cruz de Tenerife, 1987
Texto: GFP
Fotografías: EPB, MVT, LPK