Retablo de Nuestra Señora del Rosario

Ubicación: Iglesia de San Pedro Apóstol. Capilla de Nuestra Señora del Rosario. Cabecera de la nave del Evangelio
Localidad: Hermigua. La Gomera
Dimensiones: 7 x 5 m
Materiales: madera en su color (tea y barbusano)
Autor: anónimo
Taller: canario
Cronología: finales del s. XVII

Descripción: Es uno de los retablos más hermosos existentes en La Gomera. Su presencia se debe a la actuación de los frailes dominicos que levantaron convento (1611) en esta localidad. En realidad, la capilla que lleva su nombre (Ntra. Sra. del Rosario),  no es otra cosa que la evolución de la antigua ermita de San Pedro Apóstol, una construcción estrechamente relacionada con la figura del primer Conde de la isla y Señor de El Hierro, don Guillén Peraza (1485-1565), quedando integrada en la evolución arquitectónica de la iglesia conventual. Este retablo consigue un excepcional efecto visual por contar con un espacio único, cuyos puntos de fuga permiten concentrar toda la atención del espectador en la interesante  estructura arquitectónica y ascensional. Observando el trabajo de la talla, de los motivos y temas elegidos, nos percatamos de la profesionalidad del autor, del tratamiento del relieve y de la ejecución del dibujo, aparte de  su propia construcción orgánica. Se trata, por tanto, de un experto en esta materia contratado, con toda seguridad, por aquellas familias de mayores recursos económicos debido a la prosperidad del valle de Hermigua durante el siglo XVIII (Herrera Bohórquez, Salazar, Mora Melián, etc.), que colaboraron activamente en el incremento patrimonial del convento, así como en el bienestar cultural del lugar. Lo cierto es que el resultado es realmente sorprendente, elegante y de excelentes proporciones, sobresaliendo la amplia hornacina (a la manera de camarín) abierta en el cuerpo central que acoge la imagen titular, de talla completa, adquirida por Miguel Ramos, hijo de Juan Ramos Bermúdez y María de Quirós, promotores de la cofradía de El Rosario. Es de escuela peninsular perteneciente al siglo XVII.
El Dr. Trujillo González destaca el sistema sogueado portugués que forma las columnillas que la encierran (se refiere a la ornamentación del referido nicho central), motivo presente en esta isla desde el gótico de la fachada de la iglesia de la Asunción, en la Villa capitalina de San Sebastián (p 63).  
En 1708, el maestro José González se encargó de policromarlo y dorarlo. Planteamientos estéticos posteriores mal entendidos agredieron a la belleza de los colores y dorados, reduciendo al retablo a su actual estado lígneo, aparte de las alteraciones sufridas entonces. Esta indudable “agresión” ha dejado, por tanto, sucesión de espacios vacíos en toda la composición.

BIBLIOGRAFÍA
DARIAS PADRÓN, Dacio: El convento dominico de San Pedro Apóstol de Hermigua. Gaceta de Tenerife, 1923
DARIAS PRÍNCIPE, Alberto. La Gomera. Espacio, tiempo y forma. Madrid: Fred Olsen, 1992
JEREZ SABATER, Pablo: Estudio del Patrimonio Histórico-Artístico de Hermigua. Ayuntamiento de Hermigua, 2010
IDEM: Algunas notas acerca del patrimonio religioso de La Gomera y las fuentes para su estudio. Revista de Historia de Canaria, 190, La Laguna, 2008
TRUJILLO RODRIGUEZ, Alfonso: El retablo barroco en Canarias (1600-1750), Santa Cruz de Tenerife, 1987
VVAA: El convento de Hermigua: 400 años de arte, historia y devoción (1611-2011). Coordinado por el Dr. Pablo Jerez Sabater. Ed. Ayuntamiento de Hermigua, 2011

Texto: GFP
Fotografías: EPB, MVT, LPK