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Al no ser la REAL ACADEMIA CANARIA DE BELLAS ARTES una asociación, sino una Corporación oficial de Derecho Público de ámbito archipielágico, tenía antaño, como todas las Reales Academias, una asignación en los Presupuestos Generales del Estado que se repartía desde el Ministerio de Educación primero, y a través del Instituto de España después. La declaración de las ocho Reales Academias de Madrid como “Estatales” por su ámbito y “Privilegiadas” por dicho Instituto, durante el periodo franquista, hizo que éstas mantengan consignada la mayor parte de la asignación, concretamente todavía casi tres millones de euros anuales, mientras que las “de provincias” quedaron como “asociadas” y relegadas a una pedrea bastante escasa (prácticamente simbólica), aunque justo para cubrir sus necesidades administrativas (de 40 a 60 mil euros anuales).

Al advenimiento del Estado de las Autonomías, las transferencias de Academias y Corporaciones de Derecho Público a las correspondientes Comunidades Autónomas han provocado un verdadero desastre en este sentido. La RACBA, tras mucho mendigar, ha sobrevivido con “subvenciones” de incierta renovación y flaco contenido, cuando debería tener una asignación fija y creciente en los presupuestos generales de la Autonomía Canaria, para poder cumplir sus fines con dignidad. La RACBA ha tenido que recurrir a Cabildos, Cajas de Ahorro y otras entidades para reunir un presupuesto que, algunos años, apenas ha sobrepasado los veinte mil euros (desde 2012, ni eso). La RACBA agradece el apoyo, sea cual sea, de los siguientes patrocinadores (algunos nuevos en 2010):