Pintor y escultor
La Laguna, 1658 – 1732
Debió formarse en el Monasterio del Espíritu Santo de La Laguna, donde profesó como hermano lego agustino en 1674 y donde se ha documentado la presencia previa de frailes pintores. Combinó su vocación religiosa con las labores artísticas dentro del lenguaje barroco, que no se limitaron a la pintura (de caballete y decorativa), pues trabajó también como escultor, como dorador y como policromador y estofador de tallas y arquitecturas lignarias.
Como escultor, están documentadas las efigies de San Guillermo de Aquitania (1681-1682) y la Virgen Difunta (hacia 1703), que talló para el convento agustino de La Laguna. Además, se le atribuyen otras efigies devocionales, como el Santo Tomás de Villanueva del Cementerio de Garachico. En cuanto a su actividad pictórica, al margen de la policromía de sus esculturas y de alguna obra documentada pero no conservada, participó en la decoración del retablo mayor de la Iglesia parroquial de Santiago, en el Realejo Alto, junto a María Puga y Andrés Gómez.
También decoró la capilla claustral de la Virgen de Gracia en el monasterio de la Orden de San Agustín de La Laguna, trabajos de los que se conservan solo los motivos de inspiración vegetal de las jambas y del dintel del arco de acceso. Y se sabe también que intervino sobre la pintura de la Virgen del Socorro de Tegueste. Paralelamente, desarrolló una actividad intelectual como lector de Artes de su convento y como autor de un tomo en 4º titulado Comentarii in octo Phisicorum Libros Arist.
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