Ortiz y Blanco, Vicente

Ortiz y Blanco, Vicente

Datos personales

Fecha de elección como Académico Honorífico de la RACBA

24 de octubre de 1851.

Profesión

Ingeniero militar y administrador de la ‘Hacienda de los Príncipes’ en el Realejo Bajo.

Actividades más destacadas

Hijo de Manuel Ortiz y María Blanco, naturales de Ocaña, siguió la carrera de ingeniero militar. Fue capitán primero del Real Cuerpo de Ingenieros y luchó en la Guerra de la Independencia, en la que tomó parte, entre otras acciones, en la batalla de Chiclana, obteniendo la Cruz del Tercer Ejército. Fue promovido al grado de Teniente Coronel de Infantería por Real Orden de 8 de abril de 1831.

Para ese entonces se hallaba ya vinculado desde hacía más de una década a Tenerife, donde contrajo matrimonio en la iglesia de San Marcos de Icod, el 5 de abril de 1820, con Juana Fajardo y Cáceres. Era Teniente Coronel de Ingenieros retirado (seguramente a causa de su invalidez) cuando el 10 de agosto de 1842 fue nombrado administrador de la Hacienda de los Príncipes en el Realejo Bajo, propiedad de los condes de Torralba.

Habiendo enviudado, se casó en segundas nupcias en 1844 con Francisca María de la Rosa Castañeda, natural de Santa Cruz de Tenerife, y a la postre fue sustituido en la administración de la Hacienda de los Príncipes por añadirse un problema de ceguera al estado de parálisis que sufrió durante casi todo aquel desempeño. Es fama, según revela el historiador de dicha propiedad don Guillermo Camacho y Pérez Galdós, que “recorría la Hacienda en un carrito, para lo cual la hizo cruzar de buenos y cómodos caminos, los cuales así como los puentes y un buen plano muestran su competencia en la profesión de ingeniero”. Cuando perdió la vista fue su mujer quien le ayudaba con la correspondencia, pues Camacho asegura haber manejado “un copiador de cartas manuscritas en gran parte por su mujer Doña Frasquita de la Rosa”.

Al parecer, en los años cuarenta tenía casa residencial en el Puerto de la Cruz, sin menoscabo de otra residencia en el Realejo Bajo, pues a ésta última apunta su designación como académico en 1851. No nos consta, en cambio, que tuviera descendencia. Seguramente ello le movió a estimular a los jóvenes talentos de su entorno. El periódico tinerfeño “La Aurora” publica el 11 de junio de 1848 una noticia que, en este sentido, le concierne; dice así:

“NIÑOS MÚSICOS.— Nos escriben del Puerto de La Orotava dándonos noticias de una brillante reunión filarmónica que se verificó el 19 del pasado mes de mayo en casa de don Vicente Ortiz, aficionado inteligente, amante de las artes y de los artistas de mérito, y poseedor de dos hermosos pianos ingleses que hizo traer de Londres con el solo fin de proporcionarlos a aquellos aficionados para sus funciones musicales”.

En aquella velada, según detalla dicho periódico, intervinieron varios aficionados y dos niños pianistas: Carlos Smith y Tomás Álvarez, sobre cuya destreza y repertorios abunda el mencionado artículo en su segunda parte.

Son éstos unos detalles aislados que emergen entre la documentación y que nos ilustran de la dimensión cultural de este respetado ingeniero militar y buen administrador afincado en el entorno del valle de La Orotava, una faceta de su personalidad que contribuyó, sin duda, a que se le concediera el título de Académico Honorífico de la RACBA en el otoño de 1851.

Bibliografía

Camacho y Pérez-Galdós, Guillermo: La Hacienda de los Príncipes. La Laguna de Tenerife, 1942.

Nobiliario de Canarias / obra que escribió Francisco Fernández de Béthencourt; ahora ampliada y puesta al día por una junta de especialistas. La Laguna de Tenerife, 1952-1967. Tomo IV, p. 841.

Ocerin, Enrique de, Conde de Abasolo: Indice de los expedientes matrimoniales de militares y marinos que se conservan en el Archivo Militar (1761-1865). Madrid, 1959-1967, Tomo II, p. 493.

La Aurora: semanario de literatura y de artes. 11/06/1848, p. 2

Investigación y recopilación de datos realizada por D. Juan Gómez-Pamo y Guerra del Río, bibliotecario de El Museo Canario.