Campos López, Francisco Javier

Campos López, Francisco Javier

Datos personales

Fecha de elección como Académico Honorario de la RACBA

28 de diciembre de 1850.

Formación y especialidades

ABOGADO y CATEDRÁTICO.

Se formó en la Universidad de La Laguna, donde obtuvo los grados de Bachiller en Derecho Civil en 1831 y en Sagrados Cánones en 1833, habiendo sido allí Catedrático de Latín y sustituto de Física. En 1834 lo encontramos establecido en La Habana (Cuba), en cuya Universidad de San Carlos se licencia en Derecho Civil y asume como sustituto la cátedra de Sagrados Cánones, licenciándose también ese año en Filosofía. En 1837 se doctora en Jurisprudencia en la Universidad de San Fernando y ejerce como Abogado. En la Universidad de La Habana fue Catedrático de Derecho Patrio desde 1842 hasta 1878 en que falleció, sin perjuicio de haber asumido también en 1871 la Cátedra de Elementos e Historia del Derecho Español Común y Foral. De dicha Universidad fue Vicerrector desde 1859 hasta 1878, y Rector interino sin sueldo por dos veces, así como Decano de la Facultad de Derecho (1870).

Al margen de la vida académica fue Jefe Superior de Administración por el Gobierno General de Cuba (1874), Oidor honorario, Miembro del Consejo de S. M, Magistrado honorario de la Real Audiencia de Granada, Auditor honorario de Guerra y Marina, Concejal del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Habana, y Gran Cruz de la Orden Americana de Isabel la Católica.

Estando en 1854 en Madrid, fue nombrado vocal de la Junta de Instrucción Pública encargada de redactar las bases del proyecto de Ley Orgánica de Enseñanza. Ese año estuvo presente en la reunión liberal-democrática que se celebró en el Teatro de Oriente de Madrid, y se le señala como persona que se expresaba en siete idiomas (entre ellos el griego y el ruso).

Se casó en San Carlos de Matanzas en 1840 con Francisca Riverol, natural de dicha localidad, con la que tuvo tres hijos varones: Amado, Eliseo y Francisco Campos Riverol.

Siendo aún muy joven, en 1828, dio a conocer en La Laguna su poema “Llanto de Nivaria”, escrito a la muerte del deán de la catedral lagunera don Pedro José Bencomo. Fue amigo personal de Sabino Berthelot, quien lo llamaba “Campitos”, y en 1839 abordó la traducción de la magna obra de éste, “Histoire Naturelle des Iles Canaries”, que no culminó.

Según Pérez Carrión, era un humanista eminente, cuyo saber corría parejo con su gran modestia. Fue siempre benefactor de los canarios emigrados a Cuba, y desde allí favoreció y contribuyó de su pecunio a los grandes proyectos de mejora que se emprendieron en nuestras Islas Canarias: el Teatro de Santa Cruz, el Hospital de los Desamparados, las acciones para paliar las consecuencias de la epidemia de fiebre amarilla, y cuantas obras de fomento y caridad se emprendieron en su tiempo. Su retrato figuraba en la Galería de Canarios Ilustres que poseía el “Gabinete Instructivo” de Santa Cruz de Tenerife.

Bibliografía

Carlos GAVIÑO: “Diccionario de juristas canarios” (en prensa).