Arquitecto
Burgos, 1822. Santa Cruz de Tenerife 1889
En 1847, el primer arquitecto titulado que ejerce como tal en las islas Canarias llega a Tenerife como exiliado político carlista. Es Manuel de Oráa, un profesional formado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que refleja en su obra la influencia del clasicismo romántico desarrollado en España por Juan de Villanueva y sus discípulos Isidro González Velázquez y Antonio López Aguado.
En sus años de estudio madrileños, Oráa pudo apreciar la construcción de edificios que ya reflejan un tránsito a los eclecticismos neo históricos caracterizados en este caso, por una gran sobriedad y contención formal. Como es el caso de los neoclásicos Congreso de los Diputados y el palacio del Marqués de Salamanca, obras ambas de Narciso Pascual y Colomer.
Su nombramiento como arquitecto municipal de Santa Cruz primero, y provincial después, significaría un control casi absoluto de las principales obras de arquitectura que se realizaban en esos años en las islas. Como primer resultado de sus responsabilidades públicas sería la redacción de unas Ordenanzas Municipales que se aprueban en 1852. Este es un instrumento legal que significaría la extensión masiva de las formas neoclásicas en la ciudad en crecimiento entonces.
Oráa inicia su trayectoria en Canarias con dos importantes edificios que se realizan sobre el solar del convento de Santo Domingo, recientemente desamortizado. Son el nuevo Mercado o Recova de Santa Cruz y el Teatro Municipal que se definen con proyectos suyos de 1847 y 1848 respectivamente, y que reflejan un orden estético riguroso junto a una gran contención formal. En Las Palmas de Gran Canaria, además de algunos proyectos residenciales, construyó el Mercado Municipal (1849), modificando un proyecto anterior de Manuel Ponce de León. También se asumió la responsabilidad de los trabajos de la Catedral de Santa Ana, realizando un magnífico dibujo (1854) para la continuación de la fachada. En él se puede apreciar lo que se había construido del proyecto anterior de Luján Pérez y, tras la fachada del siglo XVI, el cimborrio realizado por Diego Nicolás Eduardo en el XVIII.
Este arquitecto dejó un sello especial de clasicismo ortodoxo en otros innumerables edificios públicos y privados esparcidos por diversos lugares de Canarias, especialmente en Santa Cruz de Tenerife. Es el caso de la Maestranza de Artillería de 1859, la desaparecida casa Lugo Viña de 1862, el Hospital de los Desamparados de 1863, el conjunto de viviendas de la Sociedad Constructora para las que definiría un prototipo en 1866, la institución Bernabé Rodríguez de 1877 y la sede de la Sociedad Musical Santa Cecilia de 1883.
FGB
Bibliografía esencial
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Manuel de Oraá, primer arquitecto provincial de Canarias.
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El arquitecto Manuel de Oraá y Arcocha (1822-1889)
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El ideal clásico en la arquitectura canaria.
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RODRÍGUEZ DÍAZ DE QUINTANA, Miguel.
Los arquitectos del siglo XIX
Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria, 1976. Pgs. 98-100