“Indagaciones” de Juan José Gil.

Exposición Juan José Gil: 2000-2010

Del 5 de marzo al 2 de mayo de 2010

Sala de Exposiciones del Instituto de Canarias Cabrera Pinto. La Laguna

Es la función última de un artista permanecer en constante indagación, en la búsqueda de nuevos marcos de lenguaje y emotividad. Juan José Gil en su obra más reciente, Juan José Gil 2000-2010, indaga en la pluralidad de la imagen nacida del subjetivismo. Surge el ritmo gestual que pone en tela de juicio el impulso de su obra precedente, en una lógica evolutiva, en una misma espiritualidad y manera de concebir el hecho artístico que le invade allá por el año 78, en la serie Pintura-Pintura tras dejar el prolífico grupo Contacto-1.

En esta última década existe un hilo conductor que origina el atar indisoluble. Dos formas dispares de retratar la realidad que para Gil supone el revelar, apartar del ocultamiento. De la abstracción más pura al naturalismo más antagónico. Enlaza toda la serie a través de la línea y el color, aglutinantes de gran calado en toda su trayectoria artística.

Gil requiere permanecer en la introspección del proceso artístico, concibe la pintura como acto de revelación del mundo exterior, como un acto próximo a lo místico. Invade al espectador que se adentra en la “caverna” de Gil: luz atenuada, los sonidos se minimizan y la visión de la obra sólo se acompaña de su propia respiración.

La obra de Gil se pasea y se construye en la serie Puertas, donde se componen y se sustraen las formas. Línea y color dominan el espacio pictórico en un juego de sonoridad deliberada. Construyen la estructuralidad sin un límite preciso, adoptando una posición de infinitud acentuada por los cuadros-planos que actúan como generadores de espacios. Elogio a la salida XVII (2005) como puerta sin anclaje a lo terrenal, puerta ingrávida que se pierde y transforma en la negrura difusa de la memoria. Puertas II. Serie Polis (2004) conjunto de la sincopa y vida infinita, imbuida en la curvatura precisa, densa como la calima. XI. Serie Polis (2002) lo táctil y lo visual de la construcción canaria aparece como sello identitario, insular, el surco inacabado, metáfora de las casas que crecen por adición. Flota en la nada y el peligro de caer viene mitigado por la presencia de tres formas geométricas: roja es la luz, blanca, la arquitectura y el mar táctil de textura rugosa brilla en microesferas.

LLuvia de cementoEs un error creer que la unidad de la obra significa su clausura. Gil transita libre de un modo a otro, de un estilo a otro. Si primero surge el lenguaje abstracto, sustentado sobre el placer de la pintura pura en campos de color que oscilan entre suprematismo y expresionismo abstracto, ahora hay un homenaje notable al lenguaje de la generación de los 70, un informalismo aderezado con tintes neorrománticos. Protagonismo de la textura, la mancha (Volcán sobre el osario, 2009 y Solapón gris, 2009), la pesadez de la figura humana como víctima en un espacio indeterminado (Lluvia de cemento, 2009) los limites de la isla-casa confinada por la alta línea del horizonte (Serie Ciudadanos del mar, 1991). Réquiem por un barranco (2009), oda a un emblema geográfico entre la lividez de los colores mortecinos y el deseo de adentrarse en la masa informe cuya negrura espesa recuerda lo imponente de la naturaleza.

El paseo se vuelve tránsito. El ámbito de Demiurgo (2010) y El océano maquina con la isla (2010), obligan a un discurrir del ojo, a un paseo literal. De función casi teatral, grandes telones se convierten en metáfora de la soledad y aislamiento, naturaleza que se presenta desnuda y cruda. Es la ausencia de horizonte lo que dramatiza, en El ámbito de demiurgo acentuada por la extraña luz que invade el paisaje, ocaso y crepúsculo, confirieren un carácter mágico-poético y la disparidad del significado conforma un todo armonioso. El océano maquina con la isla, isla rodeada de un mar intempestuoso, mar como cárcel sin horizonte-salida. La ausencia se torna excusa para la creación. Es la ausencia en todas las obras el producto último de la indagación.

*Dalia Hernández de la Rosa

*Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Laguna.



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