Pianista, director y compositor
Málaga 1859- ¿?
Aunque nació en Málaga, desde los cuatro años vivió en La Coruña, ciudad a la que se trasladó su familia en 1863. Y es en ella donde comienza a estudiar solfeo y piano con su padre, José Barcia Toscaña, profesor de reconocido prestigio. A los 11 años se inicia en el violín con José Courtier, entonces director de la orquesta de La Coruña, e ingresa en esta agrupación a los 14 años, de la que llegará a ser concertino tres años más tarde. También con Courtier estudia armonía y composición, elaborando en estos primeros años una serie de mazurkas de salón. A los dieciocho años se presenta en el Teatro Principal de la capital gallega como pianista, obteniendo un gran éxito con el Concertstück en fa menor, op. 79 de Carl Maria von Weber. Luego, se establece en Madrid, en cuyo Conservatorio continúa sus estudios hasta lograr el título de profesor de piano en 1885. A partir de entonces empieza a dirigir compañías de zarzuelas, con las que recorre varias provincias españolas durante un período de diez años, después de haber hecho su debut en el Teatro Principal de Granada. Viene por primera vez a Tenerife en la temporada 1892-93 con la compañía de zarzuela de Florencio de la Cruz, y regresa a esta isla con la de Antonio Portillo en la temporada 1894-95. Por tercera vez vuelve a la isla en 1896 para una serie de funciones, pocas, en el Teatro Principal. Y es durante esta estancia cuando recibe la oferta de dirigir la orquesta de la Sociedad Filarmónica “Santa Cecilia”, a causa de la grave enfermedad que sufría el fundador y director de la misma Juan Padrón Rodríguez, que morirá poco después. Durante los dos años que permaneció en la isla fue un pilar importante del acontecer musical, logrando mantener unido al citado conjunto. Al mismo tiempo también impartía docencia de solfeo, piano, violín, armonía, instrumentación y composición tanto en su domicilio particular como en la Academia de la Sociedad Filarmónica. En 1898, y posiblemente ante la inminente disolución de la “Santa Cecilia” por problemas económicos, parte para Lisboa, donde obtiene una plaza de profesor de piano en su Conservatorio y a partir de entonces se le pierde la pista. También fue un notable organista.
Su obra se puede dividir en pedagógica y propiamente musical. De la primera destacamos un método teórico-práctico para piano, una colección de estudios de velocidad y un método de solfeo. De la segunda habría que señalar su interés por varios géneros, que prueban su amplia formación y su versatilidad. Destacamos de ella El 25 de julio de 1797, para coro a cuatro voces, escrito para conmemorar el primer centenario de la derrota de Nelson en Tenerife, con la que el orfeón de la “Santa Cecilia” obtuvo un gran éxito en aquella fecha. Lamentablemente sus obras, si existen, no las hemos podido localizar.
CATÁLOGO DE OBRAS
Música orquestal: Preludio a Santa Cecilia
Coro y orquesta: Misa a 3 vv.
Coro solo: El 25 de julio de 1797.
Música para banda: La cítara de oro y La mariposa (gavota).
Canto y piano: 2 romanzas para tenor y dúo para tenor y barítono.
Canto y órgano: Te Cozat (melodía sacra).
Violín y piano: El trovador, Pensamientos (fantasía) y Il Bachio (romanza).
Piano: Sueño (capricho); Recuerdos de Tenerife (potpurri); Gran marcha fúnebre; Las golondrinas tanda de valses; Le dernier amour, publicado en Revista Musical n.º 20, 15-i-1901; y cuaderno de 65 bailables.
RAM
Anónimo: “Músicos del siglo XIX” en Diario de Tenerife´, 8-viii-1900.
ÁLVAREZ, Rosario y SANTANA, Isidoro: “José Barcia Martínez” en Diccionario de la Música española e Hispanoamericana, Sociedad General de Autores, Madrid, 1999, vol. II, p. 235.
Las cookies necesarias son absolutamente imprescindibles para el correcto funcionamiento del sitio web. En esta categoría sólo se incluyen las cookies que garantizan las funcionalidades básicas y las características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Cualquier cookie que no sea particularmente necesaria para el funcionamiento del sitio web y que se utilice específicamente para recoger datos personales del usuario a través de análisis, anuncios, otros contenidos incrustados se denominan cookies no necesarias. Es obligatorio obtener el consentimiento del usuario antes de instalar estas cookies en su sitio web.